Agotó paciencia...

  Argentinos cayó y colmó la paciencia de toda la hinchada de Argentinos. Fue por 3-1 ante Belgrano.

   No para. Esta caída no entiende de límites. Una nueva derrota acorta la brecha entre Argentinos e Independiente. Lo único que tocó fondo en el Bicho, es la paciencia de la hinchada. Cánticos amenazantes, tanto hacia los jugadores, como a los dirigentes, bombas de estruendo, bengalas, aprietes a los micros, y mucho más. ¿Gota que rebalsó el vaso?

  Ante las severas críticas de la popular de Gavilán, Caruso extendiendo un gesto de calma con los brazos, al grito de: "¡Esperame que faltan cinco fechas!". Ricardo, te banco y te he bancado, pero no le veo el lado positivo a ésto. Argentinos involuciona, en su juego y en sus resultados. Cinco fechas, con éstos jugadores, dirigentes y cuerpo técnico, tienen en mano, la salvación a una mancha en la historia de Argentinos.

  Hace tiempo que Argentinos perdió juego, pero la actitud no debería negociarse. Ayer apenas se notó una señal de vida en el equipo, lo que es positivo. Lamentablemente e increíblemente, ésto es lo máximo que puede ofrecer un equipo como el de Argentinos. Tampoco se le puede reprochar mucho a Caruso... ¿quién podría hacer más con este plantel?

  Da pena que un jugador lesionado, y un pibe sean dueños del equipo. Martínez y Gómez fueron líderes en un conjunto más que alicaído. Tibios aplausos se oyeron desde las tribunas para ambos, y apenas dejaron caer un agradecimiento al "Chacho" por tanto esfuerzo: "Martínez Martínez ♫". Los únicos que zafan en este lío.

   Dejando a un lado las amenazas hacia el plantel, dirigentes y cuerpo técnico, desde Gavilán y en forma de cántico, la gente le dejó saber a Caruso, que esta situación la sacarán adelante los pibes. Ésto se reiteró en unas tres ocasiones, y repercutirá, creanme, en algunas decisiones del mediático técnico a futuro.

  Argentinos juega para llorar, muestra falencias, y encima ahora sufre los números. Esa distancia de 13pts que lo alejaban del descenso directo, hoy en día se achicó, casi tanto como la posibilidad de mantenerse en la máxima categoría del fútbol argentino; 3 unidades.

  Y no se vaya a señalar al arbitraje como perjudicial, por favor. Vigliano tuvo un partido regular, casi sin sobresaltos, ni errores (si los hubo, favorecieron a Argentinos). Los culpables son los de adentro. Desde jugadores, a dirigentes. Es el peor Argentinos Juniors de la historia, y si se va a la "B Nacional", es por eso, y nada más que por eso.

  No quedan más esperanzas que rezar, y esperar un milagro. Estas cinco fechas marcarán una senda en la historia del Bicho, y los jugadores y técnicos (obviamente dirigentes también) son los que tienen la solución en sus manos. Argentinos siempre tuvo esa necesidad de sufrir.

Por: Joaquín Donati