No defiende + no ataca = no asciende

 Argentinos volvió a caer y, por ahora, no asciende. En San Juan, San Martín le ganó con todo mérito por 2-0, y una vez más, el mundo Bicho se llena de preguntas. Riquelme no completó el partido, y Álvarez se fue expulsado en el segundo tiempo.

La tarde noche en San Juan // @AleRonco

  Argentinos Juniors, con todo lo que eso implica, no está en zona de ascenso. Es decir, un campeón de América, no está entre los cinco (de once) mejores. Principalmente porque se confió. Porque creyó que los apellidos hacían goles escribiéndose, que por estar en una categoría más abajo los rivales eran notoriamente inferiores, y porque nunca se jugó bien.

 Hoy, perdió por tercera vez en el torneo. Perdió teniendo todo para ganarlo, todo por ganarlo. En el primer tiempo, hasta tres cuartos de cancha rival, todo magnífico, sumado al detalle no menor que, San Martín no ofrecía demasiadas complicaciones para la defensa del Bicho, que hoy fue su propio rival. Hasta tres cuartos, bien, pero de ahí en adelante nada. Borghi insiste en no usar un referente de área, de jugar "lindo por afuera"... no se pateó al arco; dos veces en noventa minutos.

 En el segundo tiempo, teniendo una aceptable primera mitad, quebró todo. Ojeda, que por la alta presión (que se debe a su vez a la mala marca) del equipo, se adelantaba mucho, y Marcos Figueroa sacó un golazo de la galera, uno que no va a volver a hacer ni en diez intentos más. Típico de este equipo, salió a buscarlo ciegamente, dejando espacios atrás, con una defensa horrible, y una expulsión de Álvarez, dejó a la merced de Carlos Bueno el 2-0, que pudo empujar tras un pase de Pinedo Zabala.

 Veinte minutos sobraron; fue un floreo del local que coreaba "ole, ole", y tenía espacio para hacer muchísimos goles más. Del lado del Bicho, impotencia, bronca, incapacidad... los jugadores la veían pasar, y los veían pasar. Todo se puede resumir en el gesto de "sacame a mí" de Riquelme en el segundo gol; no valía la pena seguir. Si el diez se rinde...

 De este modo, se suma otra derrota. Pésimo panorama. Se juega mal, no se ataca, se defiende de manera paupérrima, y está lleno de preguntas.


 Por: Joaquín Donati.