Caruso: “No tuvimos respuestas, jugamos un espanto”

Luego del partido que San Martín le ganó a Argentinos por 2-1, que significó la cuarta derrota consecutiva de Argentinos, Caruso Lombardi explotó. Les tiró a sus jugadores y también al resto de los equipos que pelean el descenso.

Sobre el desempeño de su equipo en el partido, dijo: “Fuimos un desastre. Así no se puede jugar. La diferencia de los seis puntos hay que defenderla a muerte, pero hay que hacerlo de otra manera”. Y le apuntó al plantel: “Me parece que mis jugadores no se dan cuenta de lo que se están jugando".

Sin vueltas, dijo que “De todos los partidos que dirigí, éste fue el peor de todos”. Y explicó qué fue lo que no le gustó de su equipo: “No tuvimos respuestas. Hubo una diferencia enorme con once y con diez. Jugamos un espanto: llegamos tarde a todas las pelotas, fuimos a trabar y perdíamos. Fue todo muy pálido”, para cerrar con un categórico “La verdad, me molestó muchísimo".

El futuro de Argentinos luce delicado, no tanto a la luz de las matemáticas, pero sí a juzgar por el funcionamiento que viene demostrando el equipo. Por eso, dijo Caruso: "Hay que cambiar un montón de cosas. Todavía hay aire, pero tenemos que mantenerlo. No estoy ni enojado, eso es jodido. Hay resignación”. Tal era el estado de alteración del DT, que en un momento dijo, casi irónicamente: “¿Qué quieren? ¿Qué me ponga yo? No puedo”.

También le dedicó un palito a los demás equipos que están jugando por la permanencia. En especial, pareció dirigido a San Martín y a su dirigencia: “Que se dejen de hinchar las pelotas todos los equipos que lloran. Que se callen la boca y se dediquen a jugar”. Se mostró disgustado con el arbitraje de Maglio: “Se equivocó en la expulsión y eso tiene mucho que ver".

Y sobre el futuro, Caruso dijo "Voy a hacer lo posible para que el equipo salga. Y si no sale, bueno. No levantamos cabeza y estamos sintiendo el perder. Voy a pelear hasta la última fecha y rompiéndome el culo como siempre”, tal vez con cierto egoísmo al decir esta última frase, hablando por sí mismo y no por el equipo. Y les tiró el guante a los jugadores: “Los que juegan son los jugadores, ellos tienen que demostrar".

Por Esteban Perisset