De la pizarra a la cancha

Por: Joaquín Donati - 

  Argentinos sorprendió en el Nuevo Gasómetro, y goleó, merecidamente, por 3-0 ante un deslucido San Lorenzo.

  Hora de la verdad. Todo queda afuera. Las declaraciones, el roce siempre presente en estos clásicos, las espectativas y cualquier clase de conflicto en la previa queda olvidado. Hora de jugar, rueda la pelota y sólo cuenta la fortuna, la estrategia, la habilidad, y el juego. No importan los candidatos, los que pelean el descenso, porque simplemente, todo está en juego en estos 90 minutos. Y ahí es donde se llevó el partido Argentinos, dentro de la cancha.

  Generó conflictos en la previa, para motivarse. Así le gusta a Ricardo Caruso Lombardi, y no sorprende que la estrategia y la táctica tomaran un papel tan importante en el juego. Apostó al contragolpe rápido y la pelota parada en ataque. Y en defensa, presión para anular un ataque que, desde un principio parecía imparable. La combinación de jóvenes veloces, y lungos expertos le permitió llevar el plan a cabo en ataque. Y sus perros de presa realizaron la tarea defensiva.

  A pesar de los puntos altos -y la carencia de malas actuaciones, sorprendió en lo colectivo, con solidez y siendo implacable. La renovación pegó en el Bicho. A principio de este mismo año, se dificultaba calificar a Argentinos como equipo. Faltaba todo. Hoy Caruso logró unir piezas. Su plan, que comenzó desde la previa, salió a la perfección. Es más, inclusive, tuvo su propia frutillita. Pasó de ganar a golear. Triunfar estaba entre los plantes, pero el hecho de apabullar al cuervo terminó siendo un moño.

No es error de San Lorenzo, es mérito del Bicho. Tratando de escapar de abajo, llegó arriba, y ahora comparte la punta, y ¡con 6 goles! Hay Bicho, y de seguir así, habrá felicidad en Paternal.