Por: Esteban Perisset - Argentinos no jugó bien y sufrió el partido, pero Gimnasia no tuvo suerte y no logró convertir. Fue 0-0 en La Plata, resultado que determinó que Argentinos conserve su invicto en esta doble fecha de visitante. Barraza sufrió un golpe que lo dejó inconsciente unos minutos, pero ya está fuera de peligro.
A no engañarse. El resultado debe ser mejor visto por el punto que se sacó de visitante y por haber mantenido en cero el arco por tercer partido al hilo. Pero, definitivamente, Argentinos jugó mal, muy mal, y si no perdió fue exclusivamente por la falta de puntería de Gimnasia, que mereció ganar, y no sólo por un gol de diferencia, sino por varios.
Ya desde el primer tiempo se notó qué papel iba a tener cada equipo en el partido. Gimnasia, equipo que hoy por hoy está fuera de la pelea por el torneo y que no tiene preocupaciones con el promedio, necesita sumar puntos imperiosamente. Entonces, salió a ganarle a un Argentinos con el que, últimamente, viene teniendo un historial de partidos muy a favor. Enfrente, Caruso Lombardi planteó el esquema que siempre pone de visitante: dos líneas de cuatro, para esperar al rival y salir de contra, apostando a la velocidad de Rodrigo Gómez y de Daniel Villalva.
La diferencia de planteos se notó rápido. El mediocampo de Gimnasia estaba muy lúcido, con Pouso robando muchas pelotas en el medio y con Licht dándoles una mano a los creativos, encabezados por Franco Mussis. Pero no tenían efectividad arriba. Facundo Pereyra se cansó de definir mal jugadas, igual que su compañero de delantera, Maximiliano Meza. Cuando los de Gimnasia definían bien, aparecía Pablo Migliore (otra vez en un gran nivel) para salvar el arco. Y tampoco tuvo suerte Gimnasia: en la primera mitad, tuvo dos tiros en los palos.
¿Y Argentinos? Poco y nada. La dupla Gómez-Villalva estaba en un día totalmente distinto del que había tenido el domingo, en el triunfo 1-0 ante Racing. Desconectados, se encontraron pocas veces. El único que pudo hacer peso en el área fue Hernán Boyero, que, con esfuerzo, logró cabecear dos centros, aunque sin fuerza, a las manos del arquero Monetti. Muy poco en ataque para los de Caruso.
En el segundo tiempo el dominio local se acrecentó. También, la desesperación (Gimnasia lleva seis partidos sin ganar). Y eso hizo que los locales desperdiciaran muchas situaciones. Pedro Troglio intentó, sin éxito, renovar el ataque haciendo entrar a Borghello por un Pouso que, a esa altura, estaba cansado y no pesaba tanto. Inútil: el rosarino erró casi tanto como sus compañeros. Más tarde, en Gimnasia entró Juan Pablo Rodríguez, pero la acumulación de delanteros no resolvió el problema.
Esta situación le servía a un Argentinos que jugaba lento, esperando que pasaran los minutos y que Gimnasia se desesperara cada vez más. Pero de propuesta propia, poco y nada. Apenas promediando el segundo tiempo, Caruso debió mandar a la cancha a Barzola por Barraza, que recibió un golpe cuando él y Oreja fueron a cabecear juntos y, de hecho, estuvo inconsciente unos minutos. Después, metió a Nicolás Olmedo para equilibrar el mediocampo. Pero era tarde; quizás, de haber hecho los cambios más temprano, Argentinos habría tenido más chances. El partido finalizó 0-0, sólo por las atajadas de Migliore, que al final del partido tuvo que intervenir varias veces ante los centros de Gimnasia, por la falta de eficacia de los jugadores platenses, y por una cuota de fortuna: Gimnasia pegó cuatro remates en los palos.
El punto, lógicamente, le sirve más a Argentinos Juniors por el desarrollo del partido (sacó un punto habiendo sido superado ampliamente) y por su condición de visitante. Pero, en su lucha por salir del descenso, no lo ayuda mucho. Sí es una buena motivación saber que, en dos partidos seguidos de visitante, se mantuvo el invicto. Pero habrá que ratificar lo hecho en la próxima fecha, cuando reciba a Quilmes, un rival casi directo en la pelea del descenso.






Este AAAJ es impresentable como equipo, pero con buenos jugadores; Gimnasia también es impresentable, que, con más de diez oportunidad de convertir, no lo hizo. No hay solución si no le hacemos entender a los jugadores, que, tienen dos ojos para ver y una cabeza para pensar y a eso, sí, agregarle sus habilidades
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